También se me ocurre algún irlandés, turco (el kebab es originario de allí) o americano (los más populares, aunque no identifiquemos con comida americana sino con comida rápida), pero hay otras opciones más exóticas.
L’Oasis: la cocina árabe es lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en comida exótica. El sitio perfecto para probar el hommus, el falafel, las fatier sabanekk (empanadillas), tajines de pescado o pollo, el famoso cous-cous…un listado de nombres que hará que preguntes varias veces ‘¿esto qué lleva?’. Y todo acompañado por la danza del vientre.
Beirut King: el hecho de parecer un restaurante de comida rápida y ofrecer menús a buen precio no tiene que echarte para atrás sino, más bien, lo contrario. Platos típicos libaneses como fatuch o emtabal, además de té típico (shay). Es uno de los primeros libaneses que probé y de los primeros que escribí en esta web (en 2008). Y ahí siguen (será por algo).
Taquería La Llorona: un restaurante 100% mexicano tiene que ofrecer tacos, tequila y picante. Y si encima el cocinero (y dueño) ha trabajado con Ricard Camarena y nos trae productos 100% mexicanos como las quesadillas y toda clase de acompañamientos de los tacos, a mi me tienen ganado. Por eso me gusta tanto ir.
Grossmund, Wurst & Go: comida alemana, belga y holandesa en el mismo restaurante. De partida puede no parecer muy atractiva (no comparada con la dieta mediterránea al menos), pero la verdad es que han traído su plato estrella, las salchichas alemanas, las frikandellen holandesas o las hamburguesas belgas. Es la comida rápida de estos países. Como si nosotros exportamos la tortilla de patatas. E incluso sirven a domicilio.
El otro viejo barrio: no podemos acabar este artículo sin hablar de un argentino. Su carne, incluso la pasta o pescado, empanadillas de carne, choricitos, ensaladas, parrilladas…todo acompañado de un tinto y además incluyendo una zona especial para que los niños puedan jugar mientras tú disfrutas de tu cena. No entiendo aún como no ceno allí todas las noches.