Quizá no inventaron el cine pero desde luego no podía haber un nombre más apropiado para los pioneros del cine universal. Los Lumiere. Porque el cine no es más que eso, luz. La magia de la luz, en este caso, en una terraza de verano. La ilusión de un niño que se dirige a su primer programa doble muy cerquita de su barrio. Aunque me cueste reconocerlo, hasta los cuchicheos de la gente molestan menos, la incomodidad de las sillas se hace llevadero, e incluso somos un poco benévolos con los mosquitos, desde luego mucho más que en nuestras casas.
Está claro que el cine está perdiendo parte de su hegemonía, en parte por la buena calidad de los Blu-ray, los canales de pago e internet, pero desde luego el cine al aire libre es algo digno de ser vivido.
Junto con el cine de verano de la Filmoteca, que espero pronto anuncien la nueva programación, la opción más cercana es la terraza Lumiere, a las afueras de Alboraya ( en la ronda este). Llegar no tiene ningún misterio, simplemente has de tomar la Avenida de la Horchata o Botánico Cavanilles hasta el final.Como buena terraza de verano española que es cuenta con un bar, que suministra al personal cervezas, refrescos, helados y por supuesto bocadillos a muy buen precio. Chivitos, hamburguesas, bocadillos de jamón, perritos calientes, sandwiches, e incluso bocadillos de embutidos, tan característicos de nuestra noche valenciana.
Por siete euros tienes derecho a dos películas ( bastante recientes, o incluso todavía en cartel). Para que te hagas una idea, las películas de este mes de junio son: Prince of Persia: Las arenas del tiempo, Alicia en el país de las maravillas, The Blind Side o Un Ciudadano Ejemplar.
En DolceCity Valencia: Terraza Lumiere
