Martes, 7 Junio 2016

Lugares mágicos de Sevilla, los baños de doña María de Padilla

por Laura Hojman
Los hemos visto en multitud de fotos, incluso en Juego de Tronos. Pero ¿qué son los baños de doña María de Padilla y cuál es la leyenda que les da nombre?

El Alcázar de Sevilla está repleto de rincones absolutamente maravillosos, pero uno de mis favoritos, y creo que de muchos de los visitantes, son los baños de doña María de Padilla.

El efecto lumínico que provocan los rayos del sol sobre las bóvedas de crucería gótica crea una escenografía mágica que nos traslada a de un solo vistazo a un mundo casi onírico. Estos baños han sido reproducidos en multitud de fotografías, libros e incluso han sido protagonistas en Juego de Tronos, pero ¿qué son realmente? Hoy quiero contaros un poco su historia.

Para conocerla tenemos que remontarnos al reinado de Pedro I, quien en 1352 conoció y quedó prendado de la noble sevillana María de Padilla. Hay quien dice que el encuentro fue fortuito, hay quien dice que había intereses de conseguir favores reales por parte del tío de María, principal privado del Rey.

Sea como fuere, Pedro I, a pesar de contraer matrimonio con Blanca de Borbón (matrimonio que duro tres días) y posteriormente con Juana de Castro, mantuvo una fuerte y duradera relación de amor con María de Padilla, para quien construyó unos aposentos en la zona mudéjar del Alcázar.

Cuenta la leyenda que María solía bañarse en el estanque de estos baños, de ahí su nombre, y no voy a negar que la imagen de la amante del Rey nadando bajo estas cúpulas no sea maravillosa y me hace desear que fuera cierta, pero dado el poco gusto a bañarse propio de la época, no es extraño que esta historia no sea más que eso, una leyenda, y que los baños no fueran baños, sino un aljibe.

Lo que sí que es cierto es que esta estructura tiene sus orígenes en época almohade, y que en esta área excavada establecieron un jardín con un estanque, como una zona de recreo fresca para el verano.

Las bóvedas son ya una intervención gótica, de los siglos XII y XIII, y las galerías laterales están recubiertas de pintura mural renacentista, actualmente en trabajos de recuperación.

Por cierto, que tras la muerte de María, Pedro I logró que las Cortes anularan sus dos matrimonios, declarando a María como primera y única esposa, haciéndola reina y legitimando a sus hijos como sucesores. Hoy está enterrada en la Capilla Real de la Catedral, aunque es más bonito imaginarla sumergiéndose en los baños subterráneos del Alcázar. 

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