Hoy quiero hablar de uno de los grandes logros de la humanidad, la pizza. Y para ello, voy a centrarme en una de mis pizzerías favoritas de toda la ciudad, que por cierto no es un restaurante, ni mucho menos, sino un modesto local de pizza al corte, que debido a su éxito ha ido incorporando algunas mesitas, pero manteniendo su carácter auténtico. Me refiero a Buoni forno de Pizze.
Lo que empezó siendo poco más que un mostrador en la Alameda que sorprendía por la excelente calidad de su pizza casera, hoy cuenta ya con un segundo local, situado al comienzo de la calle Regina, justo detrás de las Setas.
Allí pueden saborearse algunas de las mejores pizzas de toda la ciudad, y es que su elaboración es totalmente artesanal, usando para la masa harinas biológicas molidas a la piedra natural que hacen que esta conserve todos sus nutrientes y dando lugar a unas masas crujientes y sumamente esponjosas al mismo tiempo.
Otro de sus secretos son los ingredientes, todos frescos y de primera calidad. Con ellos se crean combinaciones que se alejan por completo de lo que conocemos por pizza clásica aquí, pero que son bien conocidas en Italia.
Desde la pizza patatosa, que lleva patata cocida (sí, patata en la pizza), mozzarela fresca con denominación de origen y romero hasta la guanciale (una de mis favoritas), con calabaza al horno, guanciale romano, romero fresco y queso pecorino, todas sorprenden por su exquisito y sorprendente sabor.
Las pizzas se sirven al corte (cortes que puedes compartir porque son de bastante tamaño) y los precios son estupendos. Puedes tomarlas allí mismo en alguna de sus mesitas o pedirla para llevar.
Para acompañarlas tienen cervezas de importación y buenos vinos. Ah, y de postre tienen a veces unas mini tartitas de la nonna, que son un ES-PEC-TÁ-CU-LO.
En DolceCity Sevilla: Bunoni le Pizze Encarnación
