Con los años, aquel Guadalpark ha ido cambiando de empresas y de nombre, y hoy es el Aquopolis de Sevilla, una alternativa refrescante al calor sevillano.

Para ser sincera os diré que pasada la emoción de la infancia, no suelo ir a este tipo de parques temáticos con o sin agua. Pero los parques acuáticos tienen algo tan Benidorm, tan plástico de los 80, que al final hasta tienen su encanto.
El Aquopolis puede ser una opción divertida para pasar esos días de asfixiante calor sevillano. Tiene atracciones para todos los públicos, desde los más intrépidos hasta los más tranquilos o pequeños.

Algunos de sus toboganes, como el Turbolance, el Kamikaze o el Black Hole, harán soltar adrenalina a los amantes de las emociones fuertes. Otros, como el clásico Speed Race son divertidos para disfrutar en familia o con amigos. Y si pasas de los toboganes y lo que te gusta y darte un baño relajado y refrescante, puedes optar por la piscina de olas, el Blue Lagoon o el Jacuzzi.
El parque cuenta también con zonas verdes con merenderos para descansar del sol y tomar algo. Para comer, puedes optar por su restaurante barbacoa, el pizza-burger, la crepería y la heladería para el postre.

Para no tener que preocuparte por tus pertenencias (móvil, llaves, cartera…), puedes dejarlas en las consignas del parque bien guardadas y localizadas.
Los precios rondan entre los 15€ y los 22€ los adultos, y entre los 14€ y los 16€, los niños.
En DolceCity Sevilla: Aquopolis