El Roscón no es de mis dulces favoritos, la verdad, pero me gusta mucho la tradición de comerlo todos en familia la noche antes de Reyes. Mi madre siempre hace trampas para que le toque la sorpresa y mi padre disfruta comiéndose toda la fruta escarchada que yo aparto de mi trozo (es la única persona que conozco a la que le gusta la fruta escarchada). Así que aunque no pueda más, voy a ir en busca de un roscón.
En la ciudad hay muchas opciones para hacerse con uno en condiciones. Mi consejo es que acudáis a una confitería que os de confianza, porque muchas veces los de supermercado llevan en el relleno sucedáneos de nata que cualquiera sabe de dónde salen.
Hay clásicos que nunca fallan como los roscones de La Campana, Filella o El Horno San Buenaventura. Allí encontraréis roscones en cantidad y de diferentes tamaños y rellenos. Aunque el tradicional es de nata, hay algunos de trufa que están riquísimos.

Pero también hay otras panaderías y confiterías más modernas que también ofrecen roscones de buenísima calidad.
Una de mis pastelerías favoritas, Suitcake (cuya tarta de calabaza es una maravilla por cierto), también elabora por estas fechas roscones de reyes totalmente artesanales. Hay que pedirlos por encargo, aunque también tendrán algunos en la confitería estos días. Yo estoy deseando probarlos.

La panadería artesanal Picnic también los elaboran por encargo, y viendo la calidad de sus panes, los roscones tienen que ser impresionantes.

Así que daos un último capricho y disfrutad de este dulce navideño en familia, que una vez al año no hace daño!
En DolceCity Sevilla: La Campana, Filella, Horno San Buenaventura, Suitcake, Picnic |