Pero si eres de mi quinta o algo mayor sabrás que esto no siempre fue así. Cuando yo era pequeña eso de los restaurantes de cocinas del mundo no era nada común, y algo que no parece tan familiar como un restaurante italiano no era nada fácil de encontrar en Sevilla.
Uno de los primeros en aparecer en la ciudad fue el San Marcos de la calle Betis, toda una revolución y un éxito de público deseoso de encontrar otras alternativas para salir a comer en Sevilla.
Recuerdo perfectamente la primera vez que fui con mi abuela y me sorprendió su bonito techo pintado de azul (hoy ya lo han cambiado) y su simpático dueño que salía a saludarnos y que me invitó a una de las tartas de chocolate más ricas que he probado.
Este restaurante si sitúa en uno de los lugares más bonitos de Sevilla, la calle Betis y está ubicado en una antigua casa palacio sevillana del siglo XVIII, lo que hace que comer allí sea toda una experiencia visual, ya que mantienen el estilo y la decoración de este tipo de casas.
Algunos de los platos de su carta son ya casi míticos, como el “Crepe de la Nonna”, la Pizza San Marco o los postres como su tarta de chocolate o los profiteroles (los primeros que probé en mi vida).
En verano, puedes sentarte en la terraza, disfrutando de una de las mejores vistas de la ciudad con el río y la Torre del Oro al fondo. Sin duda, un lugar perfecto para una ocasión especial.
En DolceCity Sevilla: San Marco
