
San Andrés mola más que otras plazas primero porque el sitio mola, corazón de La Latina, sobre todo en domingo. Está de camino a muchos otros sitos apetecibles, como Sol, Huertas, Plaza Mayor, rastro, etc y sobre todo los domingos tiene, como todo en La Latina, un sabor especial. Mola también porque es muy amplia, tanto que permite sentarnos en el suelo, o en cualquier rincón para charlar un rato sin parecer gente rara. Mola también porque da a elegir sol o sombra, y dependiendo del momento del día yo eligo uno u otro. Pero mola sobre todo, y es sobre todo diferente, por los graffitis murales de las paredes de los edificios de alrededor. En especial es brutal el trampantojo (vamos, engaño óptimo) de uno de ellos, que simula en una fachada desnuda que fuera una fachada llena de balcones. Hasta que lo miras por segunda vez, no te das cuenta. También tiene nivelazo otro mural gigante justo enfrente lleno de frutas y verduras. Para comérselo.
Pero como aquí sobre todo hemos venido a comer y beber bien, yo recomiendo el bar que ha cogido el nombre de la plaza, porque cuando un bar tiene el mismo nombre que el sitio en el que está, normalmente es porque lleva mucho tiempo, y un local no lleva mucho tiempo funcionando si no se come y bebe bien.
Pocos lo saben, pero además de tener el número justo de terrazas, ni muchas como para estorbar ni pocas como para no tener dónde elegir, esta plaza alberga un museo y una capilla, la de San Isidro. Más madrileño no puede ser el sitio.Vamos, que puede ser un plan insuperable madrugar para ir al museo, tomar algo rápido al mediodía, quien quiera hasta puede ir a misa, y luego seguimos tomando el sol hasta que apetezca empezar con las copas. Todo sin salir de esta plaza.
En DolceCity Madrid: Plaza San Andrés