
Está situado en un antiguo cine, el cine París, lo cual ya es una gran noticia porque así dan salida a sitios míticos que con la crisis y eso de la piratería por Internet habían ido cerrando uno detrás de otro. Además tiene la particularidad de que se visita siempre con guía. Por ello debes llamar o escribir a su mail para concertar una hora y día de visita, ya sea como particular o en grupo organizado (colegios, asociaciones, etc). Es decir, no tienen un horario como tal, están muy abiertos a llegar a un acuerdo. Una vez dentro, son tres salas de cine conservadas casi como si ayer mismo se hubieran estado proyectado ahí películas, y en cada una de ellas hay varias exposiciones diferentes, que van desde antes incluso de los orígenes del cine, con intentos anteriores, hasta las más modernas técnicas, pasando por cines portátiles, un homenaje al mítico papel del acomodador, películas españolas multipremiadas... Hay tanto por ver, que se agradece que haya alguien al lado para ir explicándotelo. ¡Y lo que ha evolucionado la tecnología en este mundillo!

He de decir que es un poco extraño en algunas de sus salas, pelín caótico incluso, pero casi se agradece para hacer de la visita una continua sorpresa, olvídate de los museos tradicionales donde casi no tienes ni que pensar, aquí se viene a experimentar de primera mano, a meterte en el mundo del cine. Si te mola, lo mejor es luego estar pendiente de las exposiciones itinerantes que organizan, y también preguntar por packs muy apetecibles que juntan este museo con otras opciones de ocio por la zona. En fin, que tanto si eres un cinéfilo empedernido como si simplemente no sabes que hacer este próximo puente, aquí tienes un valor seguro.

En Dolcecity Madrid: Museo del cine