
El sitio es muy amplio, con unos ventanales enormes que dan a la calle y de día se llena bastante pero es que con el sol que luce últimamente la verdad es que ofrece una imagen preciosa. Tiene varias mesas para dos, cuatro e incluso siete personas. En la barra pides lo que quieras un taco, un burrito, ensalada y vas eligiendo los ingredientes que prefieras.
Yo lamento no poder haberme comido el burrito, ni haberle podido echar a mis tacos todo lo que se me apeteciese pero la edad no perdona y mi estómago está de un delicado últimamente que da miedo. Aún así los tacos deliciosos a los que les he añadido guacamole porque me chifla y porque el aguacate es muy sano.

El servicio es muy atento, en seguida te explicando cómo funciona todo y te ofrecen recomendaciones. Yo he decidido acompañar mis tacos con cerveza La Virgen Jamonera, porque la negra que también me encanta la dejan de fabricar por estas fechas. Ha sido una cena ligera por lo que me ha sentado fenomenal, me he saltado la dieta pero no tanto.
Es un sitio bastante bueno si se te apetecer comer algo mexicano pero no quieres acabar sin poder moverte de la silla que es lo que pasa generalmente en este tipo de sitios. Que puedas tú elegir tu menú y los ingredientes es todo un acierto en este sentido y así se puede ir además de para cenar o comer, simplemente para picotear y tomar unas cañas.
En DolceCity Madrid: Tierra Burrito Bar