
Primero es bueno por su situación, en plena zona de negocios de Madrid, por lo que el ambiente siempre es bueno, no de sibaritas pero sí de cierto nivel. También mola su música, muy de estar con amigos sin necesidad de bailar como un loco, pero sí suficiente para animarte. Por los horarios tampoco tendrás problema. Pero sobre todo en un sitio así mola por su gran selección de diferentes tónicas y gins. Además de las típicas que conoces (decídete por un Seagrams, siempre es un valor seguro) te presentan otros más difíciles de encontrar, como el Junipero o el London nº1, que merecen la pena aunque sea una vez en la vida. El gin es una bebida que permite, a mi modo de ver, muchos más matices que otros licores, y por eso ha triunfado tanto entre gente que normalmente no bebía (tanto).

Otro punto positivo de que ya no estemos en pleno cansino boom del gintonic es que este tipo de sitios ya no son la meca de la noche, y por ello el nivel de gente suele ser muy repetable. De hecho, organizan reuniones afterwork, cumpleaños y demás. Nunca he estado en uno, pero puede ser una gran idea (si prepararas el bolsillo, claro). También estate atento a Offerum, Atrápalo y demás sitios por el estilo, porque a menudo ofertan cursos de catas de gintonics con canapés y planes divertidos por el estilo.
En DolceCity Madrid: La gintonería de Candilón