
Así que os propongo una serie de trucos para no caer en la tentación de malgastar el dinero y poder ahorrar un poco.
- Un repaso digital. Una de las opotunidades que nos da el mundo online a la hora de acudir a las rebajas es que podemos cazar nuestras prendas favoritas rebajadas desde casa. Por una parte en algunas tiendas las podemos comprar desde casa lo que implica que no tendremos que pelearnos con otros compradores ni esperar colas. Aunque a veces nos gusta poder probarnos lo que pensamos comprar para ver cómo nos sienta porque las imágenes mienten y los modelos que aparecen en la web no se parecen en nada a nosotros. Así que por otra parte podemos simplemente ojear las prendas que nos gustan para ir directamente a ellas en la tienda, ya sea buscando nosotros o preguntando a alguien que trabaje allí. El objetivo es eliminar la opción de ojear, el típico "a ver qué encuentro" con el que acabamos sin dinero en la cartera y sobre todo huir de la nueva colección.
- No comprar nada que no nos podamos poner esta temporada. En este caso los chicos lo tienen más complicado porque el estilo en invierno o verano no suele cambiar drásticamente. Pero en el caso de las chicas hay prendas de ofertas que veremos que no nos podremos poner en varios meses. Hay que escoger modelos que podamos al menos conjuntar para ir de acorde con el clima. Por ejemplo a mí me encanta un mono de H&M pero es imposible que me lo pueda poner como muy pronto hasta mayo así que debería ser fuerte y no comprarlo. ¿Por qué? Estamos en enero y hasta mayo pueden pasar muchas cosas como por ejemplo engordar o adelgazar, si lo compro ahora me arriesgo a que cuando el tiempo me permita ponérmelo, ya no me quede bien.
- Acudir a un centro comercial. En el caso de querer ir de rebajas prefiero ir a un centro comercial donde haya varias tiendas reunidas. Si quiero ir a Bershka, Mango, Zara o Pull and Bear por ejemplo es más fácil acudir a uno de estos centros y no tener que ir dando vueltas por la calle de un lado para otro. Si además en la calle las tiendas no están por la misma zona a veces no nos da tiempo visitarlas o hay que hacer uso del transporte público lo que implica un mayor gasto.
- No comprar por si acasos. Los por si acasos son esas prendas, vestidos o trajes de chaqueta por ejemplo que no nos compraríamos en una ocasión normal pero que vemos rebajados y decimos aquello de "por si acaso me sale algo". Es decir, un vestido de fiesta por ejemplo que nos queda precioso, rebajado a buen precio pero que no estamos seguros si alguna vez no lo podremos poner. Desgraciadamente yo tengo algunos de esos vestidos y ahí están en el armario muertos de risa y mucho me temo que cuando al final llegue esa ocasión, ya no me queden bien como en el punto número 2.
- Esperar. Tener paciencia y no hacer como esas señoras que siempre aparecen en las noticias haciendo colas a las puertas de las tiendas para encontrar la mayor ganga. ¿Por qué? Porque no vais a encontrar mayor ganga los primeros días de rebajas. Esperar unas semanas o un mes os dará la oportunidad de escuchar lo que se dice de las tiendas que están en temporada de rebajas, cuáles se están aprovechando y mienten con los precios, además de que si esperamos los precios cada vez irán bajando más. Puede que los mejores conjuntos hayan desaparecido pero las rebajas no serán tan buenas.
