
Las famosas cuevas que dan nombre al local no son precisamente de cartón-piedra sino que datan del siglo XVI. Pero aún más espectaculares son las baldosillas que pisamos, que da un apuro tremendo pisarlas porque es un piso acristalado por el que circulan cables de fibra óptica que permiten que el suelo vaya mutando de color como un camaleón. Un look "Tron" muy potente. Para impresionar al personal, es un sitio excelente.

Muy bien, dejamos boquiabiertos a los amigos pero, ¿y qué tal las copas? Midamos a esta coctelería por su producto. Pues muy bien, la verdad. Cócteles a go gó, ginebras, vodkas y mucho más de marcas Premium. De entre sus cócteles, me gustaría destacar su “gama de colores”: cócteles verdes, cócteles naranjas y cócteles azules.

Como su propio nombre indica, estos cócteles son mezclas elaboradas en torno a un color y son todo ellos muy, muy tentadores. Por ejemplo, en los verdes tenemos el licor de crema de menta (cócteles caracterizados por su gran cantidad de azúcar, a base de cremas de menta como Mint Cream o Great Monster -no confundir lo de “crema” con la textura de la mezcla-), licor de melón Midori o el Chartreuse (licor a base de diferentes hierbas).
El horario de las cuevas, para que vayas a tiro hecho, es el siguiente: de jueves a sábado desde las cinco de la tarde a las dos de la madrugada; y martes, miércoles y domingo de cinco de la tarde a doce de la noche.
Fotos: Las cuevas de Sandó
En DolceCity Madrid: Las cuevas de Sandó