
Había quedado para cenar en un famoso restaurante de la Plaza Carlos Cambronero y claro, cuando vas sin reserva pasa lo que pasa: interior y terraza llenos y, para más inri, la lista de espera ya tenía a unas cuantas parejas apuntadas. Decidimos movernos por la calle Pez en busca de algo interesante. En Gumbo estuvimos hace años y el Zombie Bar lo he frecuentado demasiado últimamente, así que optamos por algo nuevo para nosotros: El 36 de la Calle Pez. Y acertamos de lleno.

Cerveza Alhambra para el caballero (últimamente me he aficionado, no me preguntéis por qué) y un perrito caliente con cebolla frita… también para el caballero. El caballero es un zampón, pero esto ya lo sabíais. Lo que más me gusto del perrito fue ese super-pepinillo que me pusieron con él. Puedes ver todas las opciones de tapeo y raciones que tienen en las cartas de la mesa o en las pizarras que hay colgadas. Donde se lucen es en las tostas (mi novia se pidió una con queso brie riquísima), pero tienen un poco de todo: ensaladas, nachos, salmorejo, taboulé, tabla de paté y quesos, etc.

Como aún tenía sitio para más, les hicimos hueco a unas croquetas de boletus y de jamón deliciosas. Si no sabes qué pedir, apuesta por ellas y acertarás. También tienen desayunos y pienso ir en breve a por uno de ellos.
En DolceCity Madrid: El 36 de la Calle del Pez