
1. EL RESPIRO: Siempre que paso cerca de calle Infantas acabo desviándome a este mítico local donde no les tiembla la mano a la hora de poner tapas, una tras otra, con cada cañita. Mucho más ricas, preparadas y aseaditas que las del Tigre. Siempre cumple.

2. EL ROCÍO: Uno de los mejores sitios de la capital para ponerse ciego a mejillones; recién cocidos, tiernitos y deliciosos. Tienen más cosas, pero los mejillones (picantes, al limón, al ajillo) son apuesta segura.
3. MACEIRA: Taberna gallega con ambientazo en el meollo de Madrid. Pulpo, pimientos, quesos, vinos y mucha tapita gallega, que es su especialidad. Para ir a darlo todo.

4. KAIXO: Para unas tapas y raciones algo más elegantes, en mesa limpita, con decoración, en plan cena tranquila. Pinchos y especialidades creativas, ricas y sorprendentes (¿hamburguesa de carne de canguro? ¡A por ella!). De precio más elevado que los anteriores (la experiencia es diferente pero a la panza llena se puede llegar de muchas formas).
5. LA ARDOSA: Clásico madrileño en el trece de la calle Colón que se ha quedado con el look de hace ya unas cuantas décadas. El encanto es indudable. Lo que más fama tiene son sus croquetas, tortilla y salmorejo: siguen funcionando. Mucha birra de fuera.
Y UNO DE REGALO... LOS ROTOS: Revueltos en sartencilla o mollete para ponerse Fino Fino Filipino. ¿Esa persona que suele pedir ensaladas? Mejor no la llames para esta quedada.
En DolceCity Madrid: El Rocío, El Respiro, Maceira, Kaixo, Los Rotos