¿Cómo es posible que llevemos aquí la tira de años dándole caña a los mejores sitios de Madrid y no hayamos hablado aún del
Delic? Era un olvido al que teníamos que poner remedio cuanto antes. Y aquí está, el remedio. Como los que te ofrece Delic contra ese calorcito que ha llegado a Madrid y nos aterroriza (sí, sí, la gente le teme más que a Freddy Krueger). Hablo de curas caseras, nada que necesite prescripción médica:
terracita de verano, cañitas frescas, ventiladores a toda pastilla, buen ambiente, comida rica… Delic (de “Delicatessen”) es el sitio, amigos.
Tiene más estancias que una matrioska. Porque entras y dices “anda, qué bonito es esto, me siento”… pero luego descubres que más allá hay otra sala. En ella dices: “esta es también muy chula, me quedo aquí”… ¡pero luego sigues y tienen otra más! Es un bar multi-estancia maravilloso. Todas las salas están decoradas con estilo, elegancia y eclecticismo a raudales (parece que han ido decorándolo con tesoros encontrados por todo el mundo):
cuadros, pizarras, fotos, mapas, ilustraciones y hasta señales de tráfico. Mi detalle favorito son los
taburetes tipo dinner americano de las sala “de enmedio”. ¡Gran idea!
En la barra, no sabía si hincarle el diente a esas
muffins que rebosaban alegría, a las bonitas lámparas-calabaza o a los ramos de flores. Como de beber y de comer tienen de todo, da igual a la hora a la que te acerques:
puedes desayunar, comer, merendar, cenar, tomarte un café o unas copas. Si vas por las noches, debido a su fama y localización, te va a costar encontrar sitio, las cosas como son.
Como digo, para comer y beber tienen una buena oferta, que mezcla cocinas de varias partes del mundo:
tostas, albóndigas de pollo orientales, salmón al horno con puerros y apio, lomo de cerdo asado a la miel, té marroquí de hierbabuena, mojitos, caipiriñas, tartas, bizcochos y mucho más.
Se cuentan maravillas de su tarta de zanahoria y siendo como soy
un apasionado de la misma, no pasará mucho tiempo hasta que le hinque el diente. De momento, la sigo teniendo como uno de esos tesoros escondidos de Madrid. Mantengamos el misterio un poco más, Carrot Cake del Delic, tenemos todo el tiempo del mundo…
PD. No aceptan tarjetas de crédito, ¡cuidadín!En DolceCity Madrid: Delic