
Te podría decir que me engatusaron sus paquetes de kleenex navideños, podrá contarte que su vinilo de un canario metido en una jaula me cautivó, quizá podría darte los detalles de qué maravillas cafeteras podría hacer con su Señor Espumador (varilla de metal para hacer espuma en nuestros aburridos cafés –de estos tienen en IKEA y una vez Marta me regaló uno, pero este es mucho más divertido como podréis apreciar por la foto-).

Podría contaros esas cosas y muchas más, pero es mucho mejor que mováis vuestras piernas hasta la calle Belén (vuestros cuerpos os seguirán) para comprobar en vivo y en directo las maravillas que tenéis para elegir. En este inmenso bazar, suerte de “Almacén 13” de artefactos igualmente mágicos, encontraréis muebles (sillas, sofás, estanterías, etc.), regalos originales y cualquier cosa que (no) se os ocurra para decorar vuestras casas o hacerle un upgrade a vuestras cocinas.

Aldaba, que me ha recordado mucho a la tienda del Avoca de Dublín por su parecido despliegue, parece chiquito desde la calle, pero una vez entras te encuentras con dos plantas bien altas con vigas de madera y productos a tutiplén inundando el suelo, el techo y las estanterías.

Mis productos favoritos de Aldaba: el colador de Joseph Joseph de plástico y desmontable (buscad los innovadores utensilios de cocina de esta marca, son una pasada: útiles, originales y de diseño), los imanes gigantes para la nevera de Original House (gigantes en plan “te camuflan la nevera entera”) y los cubiertos de The Kitchen Tools by Andrea House.
En DolceCity Madrid: Aldaba