
Pero si lo que quieres y necesitas es relajarte y alejarte del mundanal ruido, éste es el lugar perfecto. Cuenta con SPA, una zona de cromoterapia, piscina de chorros y un baño turco de vapor. Si eres cliente, este servicio es gratuito. A esto se añaden dos salas de masaje con duchas con una amplia variedad de tratamientos. Otra opción es el gimnasio o Cardio Gym, donde podras hacer bicicleta o jogging. Además, si lo necesitas, tienes la opción de un entrenador personal para saber cúando y cómo llevar a cabo cada ejercicio. De todo esto en detalle ya os hablamos hace un tiempo.

El hotel ha basado su decoración en un estilo totalmente vanguardista, moderno y con un aire minimalista. Cuida cada detalles pero con predominancia de las líneas rectas, los blancos en las habitaciones y la compleja sencillez.
Radisson Blu consta además de un restaurante y un bar con capacidad para unas 40-50 personas cada uno. El restaurante, como el bar, se llama The Cask, y destaca por la calidad de su parrilla y productos, como el steak tartare de buey y atún, el puré de patata al aroma de trufa o cocote de verduras. También se pueden degustar ostras al natural o sopa de calabaza asada con dados de pera. Los desayunos son variadísimos son 80 productos de Escandinavia, norte de América y de Europa.

El bar tiene unas fantásticas vistas y una amplia selección de vinos españoles y cócteles de alta calidad, además de muy buenas tapas. Por último The Cask Whisky Bar, un espacio novedoso especializado en la degustación de esta bebida, con más de 20 tipos distintos.
En DolceCity Madrid: Radisson Blu Madrid Prado