
Arola es un gran aficionado al submarinismo, su entusiasmo por las emociones fuertes y la constante preocupación por el medio ambiente que reina en sus platos le convirtieron en la persona ideal para pegarse el primer chapuzón inaugural de esta nueva aventura del parque.
Esperemos que la sopa de aleta de tiburón no esté entre las especialidades del cocinero, los escualos podrían tomar represalias. Es una broma, Sergi lucha a diario por cocinar de manera responsable y jamás utiliza especies en peligro de extinción en sus platos (como el Cazón, por ejemplo, si tenéis oportunidad, no lo comáis)

La finalidad de esta nueva atracción es darnos a conocer este animal que tantos temores inspira y concienciarnos de la situación actual de nuestros mares y la amenaza que el ser humano representa, tanto para los escualos como para la demás fauna que los habita.
Para poder sumergirse se tiene que estar en posesión de la titulación necesaria y pedir cita previa. El material de buceo lo pone el Zoo y las inmersiones se realizan los sábados. Sólo se deja entrar a dos buceadores por día, siempre acompañados de dos monitores. Los participantes pueden llevarse a su casa los dientes de tiburón como recuerdo, siempre y cuando los encuentren buceando por el fondo del tanque.

La verdad es que me gustaría bastante poder sumergirme y gozar de esta experiencia, pero, además de no tener el título que se precisa, a mi lo de estar debajo del agua me pone un poco nerviosa.
Los más atrevidos ya sabéis, aquí os esperan un millón de litros de agua salada para convivir con tiburones grises, tiburones toro y nodriza (sólo el nombre ya da miedo), pasticanas americanas, rémoras (otra especie que goza de mala fama), carángidos, barracudas y hasta una tortuga gigante.
Buceando entre tiburones en Zoo Aquarium de Madrid
Sábados con cita previa