
Marta, mi guía particular de restaurantes en la capital -y fuera de ella- y a la que dedico especialmente este post, me recomendó los crujientes de morcilla con manzana que estaban espectaculares, así como las trufas de paté, aunque de éstas me recomendó no abusar. Otras opciones son el secreto ibérico y solomillo de buey. La calidad de todos los platos es muy buena y la cantidad, también. No te quedas con hambre.

El Jardín de la Leyenda es un lugar perfecto para celebrar cualquier ocasión especial. Una cena romántica, un evento familiar… El ambiente es agradable, tranquilo y muy especial. El paraje es incomparable y el servicio muy atento.
El nombre de este restaurante evoca a tiempos pasados. Es un nombre acertado puesto que llegar a este lugar te hace olvidarte del mundanal ruido y disfrutar de cada conversación, de la compañía del momento y del lugar elegido.
Es la elección perfecta para, creyéndote en el pasado, elegir tu futuro más inmediato.
En DolceCity: El Jardín de la Leyenda