Jueves, 26 Junio 2008

El RATONCITO PÉREZ ya tiene su museo en Madrid

por Marta Reig
Sólo con escuchar su nombre me vienen miles de recuerdos a la cabeza. Noches en vela esperando su llegada, aquella vez que me dejaron un billete, o cuando le vi saliendo de mi habitación con un saco cargado de dientes. Ay, el Ratoncito Pérez era la única razón por la cual los niños nos arrancábamos los dientes de raíz moviéndolos de delante hacia atrás.

No dolía, porque tendríamos nuestra recompensa, y luego contarlo en el cole, claro... Pues por fin el Ratoncito Pérez, el roedor más querido por niños y mayores, tiene su propio museo en Madrid. Y, como no podía ser de otra manera, el museo está situado en su casa, en la calle Arenal, tal y como cuenta la leyenda, que a continuación os relato por si no la conocéis, algo que no sería tan raro ya que no se edita en España desde 1947.

A finales del siglo XIX el Padre Luis Coloma recibió una orden de Palacio. Debía escribir un cuento para el niño rey Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años y acababa de perder un diente. El jesuíta escribió una historia en la que el rey Bubi, que era como la Reina Doña María Cristina llamaba a su hijo, recibía la visita de un ratón para llevarse su diente de leche. Así nacía el Ratoncito Pérez, un roedor que colecciona los dientes de leche que los niños dejan debajo de la almohada. ¿Hay algo más maravilloso para un niño que encontrarse una moneda debajo de su almohada?


Hace 5 años el Ayuntamiento de Madrid decidió rendirle un pequeño homenaje instalando una placa en la fachada de la Confitería Prast, lugar donde vivió hasta el día de su muerte el querido ratoncito:  "Aquí vivía, en una caja de galletas, Ratón Pérez, según el cuento que el padre Coloma escribió para el niño Rey Alfonso XIII."

Y es precisamente en este lugar donde se ha abierto el Museo del Ratón Pérez. Los niños y mayores que se acerquen podrán ver de cerca la lata de galletas Huntley en la que vivía en ratoncito con su familia, así como cuadros, muñecos y un teatrillo dedicado a su figura.

Es una iniciativa particular de Juan Antonio Rojo, una amante del Ratón Pérez (ya en su día le dedicó una serie animada) que ha diseñado personalmente todos los detalles del museo. También ha instalado dentro de la casa un buzón donde los niños pueden dejar sus mensajes e ideas.

Aunque el precio de la visita está aún por decidir, rondará el euro. Pero seguro que si llevas un diente de leche te dejan entrar gratis...

En DolceCity Madrid: Casa Museo del Ratón Pérez