El Manuela es uno de mis cafés favoritos de Madrid. Tiene casi 30 años, pero podría decirse que lleva ahí toda la vida.
Sus portones de madera color magenta, sus óleos colgados en las paredes y esa caja registradora de otra época le confieren un aire bohemio y hacen del Manuela un sitio acogedor donde pasar las tardes.

El Manuela era antiguamente una carpintería.
En 1979 broncistas, escayolistas, cristaleros y otros artesanos que sobrevivían en el barrio trabajaron para convertir este local es una reedición perfecta de los cafés de principios de siglo. La fidelidad y la verosimilitud del espacio convirtió a este café en escenario para el rodaje de más de 60 películas y spots publicitarios.
Al fondo encontrarás unas torres de colores que parecen siempre a punto de derrumbarse: se trata de una gran colección de juegos de mesa disponibles para los clientes.
El parchís de toda la vida, el Monopoly, las damas, el Trivial, Juegos Reunidos y como no, la típica baraja de cartas, que siempre triunfa.
Sus pequeñas mesitas se mueven constantemente en función de las necesidades de los clientes. Se pueden pedir
zumos de frutas de temporada, cafés, batidos, helados, vino, cócteles, refrescos, cerveza y alguna tapa.Perfecto para quedar con amigos y echarte una partidita de parchís.
En DolceCity Madrid: Manuela Cafe