1. Consejos básicos pre-búsqueda
2. Tipos de alquiler
3. Zonas de Dublín
4. Cómo usar Daft
5. Notas finales

1. CONSEJOS BÁSICOS PRE-BÚSQUEDA:
Alquilar un piso en Dublín es tan sencillo o tan complicado como en cualquier otra parte del mundo. Todo depende de tu instinto, tu presupuesto y, sobre todo, del trabajo de campo que realices. A más trabajo de campo (es decir, pisos visitados), mejor elección harás.
Así pues, si vienes a Dublín tendrás que patear intensamente la ciudad para encontrar un piso que te guste. ¿Lo bueno? Que Dublín podrías plegarla y guardarla en tu bolsillito de lo pequeña que es (al menos el centro de la ciudad… aunque sobre zonas hablaremos más tarde), así que no te costará mucho sufrimiento llevar a cabo una buena labor de “scouting” (algún callo o ampolla en los pies, eso sí). Toca patear la ciudad, pero antes debes tomar nota de estos consejos básicos:
1. Es imprescindible que te registres en la web irlandesa por excelencia para encontrar piso: www.daft.ie, con la que podrás realizar una búsqueda personalizada de lo que más te interese y que te informará minuto a minuto de los nuevos pisos disponibles o cuáles han sido ya alquilados (a no ser que el pazguato del dueño “olvide” que debe retirar su anuncio cuando ya tiene el piso lleno… -explicaciones sobre cómo usar la web en el cuarto apartado del post-).

Sí, vale, también hay anuncios en los periódicos de pago y los gratuitos, en carteles colgados en el Trinity College y las academias de inglés, en los tablones de la tienda de fotocopias de Grafton Street (imprescindible para fotocopiar a precios bajos y obtener teléfonos de pisos e intercambios de idiomas) y hasta en paredes por la calle, pero SI EL ALQUILER DE PISOS EN DUBLÍN ES UNA RELIGIÓN, DAFT ES LA BIBLIA. You understand me?
2. No salgas de casa sin lo siguiente: un paraguas (por muy soleado que haya amanecido –soleado en Dublín, ¡já!-), un calzado cómodo y resistente al agua, unos mapas “a todo color” (que se decía en los tiempos de antaño) con la situación de cada piso bien imprimiditos desde Google Maps; y, finalmente, una libreta para anotar teléfonos de la gente y referencias del piso como cuándo puedes verlo y cuánto cuesta (de vital importancia cuando llamas a alguien, comunica… y te devuelve la llamada a las dos horas con un somero “me llamaste por un piso” -ellos no saben que en tu agenda manejas unos 20 pisos al mismo tiempo-). Llevarte un sándwich (puedes comprarlo en un deli), una botellita de agua o algún bollo para el camino tampoco viene mal.
3. Deja lugar para la improvisación: puede que el casero de un piso que querías ver tenga otro (y mejor) disponible, no te cortes en preguntar y no te duelas por un “piso perdido”; no lleves una agenda programada al milímetro, lo mejor es dejar como mínimo una hora y media entre piso y piso, siempre puede surgir una llamada inesperada y necesitarás horas libres donde encajar la nueva visita.

2. TIPOS DE ALQUILER
Con todo esto bien aprendido, es la hora de salir a la calle. Pero, un momento… ¿qué clase de piso estás buscando? ¿para ti solo? ¿lo compartirás con la novia? ¿quieres conocer a gente de otras culturas (y que hablan el inglés mucho mejor que tú)? Define tus necesidades antes de salir ahí fuera, muchacho, que en Dublín hace mucho frío y no estamos para regalar minutos en la calle. Aquí se llevan mucho tres tipos de alquileres:
1) Individual: Tu pispo con tu mecanismo. Como nadie suele pagar por su cuenta y riesgo los 900 euros que vale de media un piso decente en el centro de la ciudad, lo que se suele buscar si quieres vivir solo son pequeños estudios que rara vez están situados en el centro. En www.daft.ie encontrarás muchos a precios no tan bajos como desearías (entre 400 y 500 euros al mes) pero con su cuartito de baño, su cocinita (casi de juguete) y una cama donde dormir. No te vengas arriba y pidas un saloncito con armarios, va a ser que no…
No llegan a ser cuchitriles, porque no lo son (muchos de ellos están recién construidos y amueblados), pero sí que se trata de sitios muy pequeños que deberías usar básicamente para cenar y dormir una vez llegues cansado del trabajo (porque vienes a Dublín a “trabajar y mejorar el inglés”, ¿no, gandul?). Si quieres dar fiestas, recibir visitas o, simplemente, tener una vida social, éste no es el tipo de piso que buscas.

2) Compartir piso con un/a compañero/a: Solución económica para vivir la experiencia dublinesa a tus anchas… con un compañero que pague la mitad de esos 850-900 euros que valen los pisos guapos, y nuevos, por el centro. Es la opción que recomiendo por varias cosas: En primer lugar, es económica (te da hasta para tomarte tus pintas los fines de semana sin que te duelan los bolsillos por ello) y; en segundo, por muy pelmazo (o cachondo) que sea tu compañero, siempre tendrás tu propia habitación para perderle de vista y centrarte en “tus cosas” (todos sabemos que tienes un gran mundo interior), y como en Dublín se lleva mucho el cambio de horarios de trabajo de una semana para otra, podréis llevar vidas independientes si eso es lo que quieres.
Esta opción tiene dos peligros muy importantes: Uno es que adoptes la costumbre de cenar encerrado en tu cuarto viendo el último capítulo de “Dexter” en el portátil (o de “La que se avecina”, que nos conocemos). Si has elegido compartir piso es porque quieres vivir con otra persona y, como bien nos enseñó un señor barbudo, vivir es compartir. Relaciónate con tu compi y ya verás cómo la experiencia dublinesa es mucho más divertida.
El otro danger es que decidas compartir piso… con un español. Por muy bonito y bien situado que esté el piso, si ya vive allí un español, búscate otro. Que para eso te quedas en Móstoles, majo.

3) Compartir piso con ciento y la madre: Propuesta indicada para la gente joven (y no sólo de espíritu). Se trata de casas grandes de dos pisos, con jardín, cocinas kilométricas y varios dormitorios, que el dueño alquila a varios inquilinos. El número suele variar entre 4 y 7, en este tipo de alquileres es casi imposible que compartas casa con menos de tres personas. Ten en cuenta que son casas gigantes como las de las familias americanas de telecomedias y que, pese al número de personas que vivirá contigo, tendrás más espacio del que piensas.
Eso sí, puede que saqueen esos yogures tan ricos que compraste el otro día, que la cocina esté hecha un Cristo día sí y día también y que la casa parezca un pub cada fin de semana… El rematito es cuando amaneces con un señor extraño desayunando contigo en la cocina. Es lo que tiene pagar poco más de 200 euros al mes por vivir en Dublín.
3. ZONAS DE DUBLÍN
Muy bien, supongamos que ya te has empollado www.daft.ie, que llevas grabados a fuego nuestros consejos pre-búsqueda y que tienes claro con cuántas personas quieres vivir (ninguna, ¿verdad?). Es el momento de conocer las zonas de la ciudad, sus inconvenientes y sus ventajas.
Elegir un piso bien situado es casi más importante que cómo sea el piso en sí. El transporte público está por las nubes en Dublín y mi consejo es que vayas a todas partes a pata. Ten en cuenta que ir y volver a trabajar en autobús durante una semana te cuesta 18´50 euros, multiplícalo por las cuatro semanas que tiene un mes y añádele algún viaje extra para ir a comprar algo o simplemente porque has quedado con amigos… ufff, casi nos ponemos en 100 euros más al mes.
Dublín se divide en 24 zonas. Las más interesantes para vivir, con sus precios y características, son éstas:

Ventajas y desventajas de la zona:
Es el centro-centro. El meollo. Si vives en Dublín 1, irás andando a todas partes. Tienes los supermercados grandes a tiro de piedra, puedes irte a cenar, al cine o al teatro en cuestión de cinco minutos. La desventaja es que el centro de la ciudad se te quedará pequeño en poco tiempo y visitar las afueras te puede salir caro. El centro crea su propia burbuja dentro de la ciudad (mezcla desaforada de etnias, ajetreo, vida cultural y nocturna), las afueras son considerablemente distintas (familias irlandesas acomodadas, reposo absoluto, zonas verdes…).
Precios de los pisos:
Caros. No encontrarás nada realmente bueno por menos de 800 euros. Ahora bien, por 850-900 euros puedes conseguir un pisazo nuevo, amueblado y modernito al lado de O´Connell Street, en Parnell Street o por el distrito financiero. Estos pisos son ideales para parejas puesto que suelen constar de un único dormitorio, una cocina, un salón (aquí llamados “living room”), un baño y puede que alguna despensa o cuarto para trastos (muy habituales en Dublín).
Si vienes solo, también puedes conseguir pisos de este tipo y de precio parecido pero con dos dormitorios, para ello tendrás que afinar un poco más la búsqueda. Pero haberlos, háylos.
· Dublín 2:
Ventajas y desventajas de la zona:
También el centro-centro… pero al otro lado del río. Es decir, Trinity College, St. Stephen´s Green, Merrion Square o Temple Bar. Es cierto que no hay nada mejor que terminar una noche de juega en Temple Bar y poder irte andando a casa (¿pagar 15 euros en un taxi o esperar al autobús nocturno? ¡Nunca mais!), pero… ¿quieres vivir justo encima de donde la gente acaba sus farras a las tres de la mañana? (A esa hora cierran los pubs aquí)
Precios de los pisos:
Bastante más caros que los anteriores. Pon unos 1.000 de media si quieres algo decente.
· Otras zonas interesantes para vivir son Dublín 8 y Dublín 9 que, si bien no están en el centro (no lo están en absoluto), sí están bien conectadas con el centro y en cualquier autobús estarás allí en menos de 10 minutos (o bien en una pateada de 20 minutos, recuerda que a Dublín puedes ir a todas partes andando… si quieres). El precio de estas zonas es, lógicamente, más barato; y generalmente puedes encontrar pisos bastante más grandes.
4. CÓMO USAR DAFT
¿Tienes clara ya la zona donde quieres vivir? Perfecto. Es el momento de meterte en www.daft.ie, registrarte e iniciar una búsqueda personalizada de pisos en la misma. Para ello, sigue estos sencillos pasos:
1. Tras entrar en la web, situa el cursor en “Lettings” en el centro de la pantalla. Con la barra puedes seleccionar la zona donde realizar la búsqueda. Pulsa “Go”.

2. Pincha en el nombre de la calle del piso que te interese de la relación que aparece para conocer las características y ver más fotos del mismo. Si te gusta el piso pero no quieres llamar todavía porque quieres seguir buscando y hacer una criba con los que más te interesen, pulsa “Save Ad”. El piso quedará guardado en tu cuenta de favoritos. Claro que para esto deberás registrarte y hacerte una cuenta.

Para ello sólo tienes que entrar en www.daft.ie y pinchar “Register for a free account” en el extremo superior derecha de la pantalla. Rellena todos los datos y listo.

Para entrar en tu cuenta pincha en “Log in” e introduce tus datos. Una vez dentro, lo mejor es realizar una búsqueda personalizada (pincha en “Advanced Search”).

Con esto podrás acotar mejor los datos de la búsqueda, tales como: áreas y códigos postales donde buscar el piso, precio mínimo y máximo que puedes pagar, número de habitaciones que quieres, a partir de qué fecha puedes mudarte, si lo quieres amueblado o no, etc.

5. NOTAS FINALES:
- Los caseros se llaman “landlord” (o “landlady” si es una mujer) y suelen ser serviciales y dedicados. Muchos de estos tienen viviendas en las afueras y alquilan sus primeras casas a jóvenes o estudiantes. Son los primeros que quieren que todo vaya bien y no suelen tener problema para cambiarte la bombilla de la nevera que se ha fundido, mandarte un electricista a casa para mirar los fusibles o encargarte un mueble que necesites con urgencia… pero también son los primeros en querer cobrar puntualmente mediante ingreso bancario y querer que respetes sus extrañas manías y/o costumbres dublinesas (como, por ejemplo, no colgar toallas o prendas de ropa que asomen a la calle, no “romper” la armonía del edificio colocando una antena parabólica, no meter de estranjis a tu tía-abuela del pueblo...)

- Al principio de tu estancia en Dublín caerás en una situación “pescadilla que se muerte la cola”: el casero no querrá alquilarte el piso si no tienes nómina, nadie querrá pagarte una nómina si no tienes una “prueba de dirección” (“proof of address”)… y, ¿sabes quién escribe esas pruebas de dirección? Pues los caseros. No te preocupes, la cuerda siempre se rompe por algún lado y podrás conseguir tu prueba de dirección (si no es un casero directamente, puede escribirla algún amigo, conocido o familiar que te conozca y que escriba de su puño y letra que estás viviendo con él).
- En los pisos viejos hay dos grifos distintos en el baño para cada agua: una para la caliente y otra para la fría. En España también había de esos hace años, lo curioso es que en Dublín sigue habiendo unos cuantos. No es que vayas a dejar de alquilar un piso por este detalle… pero te aconsejo que lo valores.

- Si acudes al casero con un extracto de tu cuenta bancaria española, indicando que tienes fondos para afrontar al menos los dos primeros meses de alquiler, tendrás muchas más opciones de quedarte el piso que si vas en plan “no tengo ná de ná”.
- Lleva cartas de recomendación de tus trabajos de España (¡traducidas al inglés, merluzo!), siempre dan buena imagen de uno. Llévalas tanto a entrevistas de trabajo como en tus búsquedas de piso.
- Pagar un poquito más por vivir en el centro siempre es aconsejable frente a ahorrar 100-150 euros al mes y vivir en Dublín 11 o 12 y tener que pagar un pastizal en autobuses o el tranvía. Lo que ahorras por un lado, lo gastas por el otro.