
Esta galería situada en el Born –que cuenta con representación en el Mercado de Sant Antoni los domingos- alberga una de las colecciones más vastas e interesantes de originales de cartelismo de las que yo tengo constancia. Desde los inicios de esta disciplina, en los albores del siglo XIX, hasta el Modernismo catalán pasando por las vanguardias del siglo XX y momentos históricos como la Exposición Universal del '29, o los Juegos Olímpicos del ’92. Funcionan con cita previa por lo que vale la pena bucear en los archivos de su página web para ver si tienen aquello que andas buscando o, simplemente, dejarte inspirar por décadas y décadas de arte e historia.
Abundan las piezas de aquí pero también tienen una buena selección de material europeo y transoceánico con obras anónimas y otras de autores reconocidos como Ramon Casas. Los precios son tan variados como su oferta, con piezas de coleccionista que pueden suponer un sueldo entero (o más) y otras más humildes que pueden ser un buen regalo si logran conectar con la persona a la que van dirigidos. Además, fotografías y grabados completan su amplio fondo. Es un auténtico placer recorrer el siglo XX –y el precedente- a través de su obra gráfica por lo que Prohibido fijar carteles se revela como una fuente inagotable de ideas y recuerdos, demostrando que, echando la vista atrás, se puede aprender ¡muchísimo!
Créditos: www.bookstyle.net
En DolceCity Barcelona: Prohibido fijar carteles