
Se trata de un local de dos pisos al cual se accede por un portal convencional, lo que puede confundir de entrada al no iniciado. Una vez dentro, por un módico precio, puedes tener acceso a la exposición de turno –la próxima, Rastros, analiza la función de representación que mantiene la fotografía y se inaugura el 16 de abril-. Aunque si eres un verdadero apasionado de esta disciplina artística te recomiendo la opción de hacerte socio, con lo que tendrás acceso a la biblioteca, a parte de otros “extras”, como visitas guiadas de la mano de coleccionistas y comisarios, invitaciones a las vernissages, así como descuentos en otra interesante actividad: los viajes organizados por Foto Colectània.

En definitiva, un centro difusor de la fotografía cuya programación merece la pena seguir de cerca. Cuenta con su propia colección, con más de 2.000 imágenes fechadas desde los años 50 y hasta la actualidad realizadas por artistas españoles y portugueses, que uno puede alquilar si quiere montar una exposición en concreto. Al igual que el local, también disponible para acoger las “reuniones” o “fiestas de empresa” que se tercien. Un espacio polivalente, blanco y luminoso que agita la agenda cultural de Barcelona, ¡necesitamos más así!
En DolceCity Barcelona: Foto Colectània