Con el buen tiempo se antoja más apetecible pasear rodeados de árboles, plantas y tranquilidad. Para hacerlo, Barcelona cuenta con una larga lista de parques, pero en mi opinión hay uno que sobresale por encima del resto, sobretodo
si lo que se busca es puro romanticismo. Es
el Laberint d’Horta, una maravilla catalogada de histórica, pues se trata de un jardín neoclásico del siglo XVIII y, de hecho, es considerado el parque más antiguo de la Ciudad Condal.
El laberinto que le da nombre es la pieza central del paisaje.
Compuesto por cipreses, éstos se articulan alrededor de una estatua del dios Eros –no podía ser otro- e invitan a perderse en sus muchos recovecos. Otra opción para el paseo puede ser seguir el canal romántico, construido en 1853, y que tiene su fin en la Isla del Amor, donde es habitual ver parejas cogidas de la mano.
Un lugar de ensueño que mantiene su magia por varias razones. Primero, el hecho de hallarse lejos del centro hace que no sea muy visitado, a lo que contribuye también que para acceder a él se tiene que pagar una simbólica entrada (alrededor de 2 euros). Y, segundo,
la prohibición de bicicletas y perros, así como de hacer picnics o juegos de pelota son fundamentales para lograr ese ambiente de calma y sosiego. Así que si quieres pasar un día especial con tu pareja o sencillamente, quedarte absorto en tus pensamientos, el Laberint es una dirección a tener (muy) en cuenta.
En DolceCity Barcelona: Laberint Horta